"El Rebuzno nos hace Hombres, mi señor Don Quijote" - Sancho Panza
En un bosque espeso, rodeado de moreras
Y con un charco en medio, cual bañera
Abdón, sus hijos y nietos, tías paternas y carnales primos
Aprenden a Rebuznar lavándole a un Asno su Verga
Sirviendo de inspiración a nuestra historia eterna.
- ¡Qué verga tan hermosa¡ decían unos.
- ¡Qué verga tan linda¡ otros decían.
Uno de los niños, solícito, trajo un caldero de Mayo
De esos que cautivaron reyes moros y cristianos
En el jardín de la Alhambra de toda morería.
Abdón, ordeñando al Asno, recogió en elcaldero
Todas esas asnales aguas cristalinas, diciendo :
- Con estas regaré los tiestos de todo balcón y celosías
Yendo de un lado a otro por Extremadura y Andalucía
Desatando y acelerando la resolución del romance :
"Que los mejores Asnos son los árabes".
Terminando la lavativa del bello Asno
Se apareció por allí un tal Apiano ; no es extraño
Pues iba sembrando los montes de olivos
Y cagarrutas de cabras y ovejas.
- ¿Qué haces por aquí Apiasno, Api Ano ? Abdón preguntó.
- Por caminos y valles, por corrales y cuadras
Me ando corriendo la suerte de la joven adúltera
Escapando del fuego eterno de los hipócritas
Sobre todo de Clerecía pedófila que juega con los niños.
Abdón le invitó a beber un vaso de leche caliente
Sacada del caldero romancístico de Mayo
Más, un demonio, que siempre está en los bosques y espesuras
Su cuerpo lleno de datos etnográficos
Que llevaba de la mano un Buche
Que es Borrico mientras de la leche del Asno mama
Le dijo al oído, en voz alta, que dejara el vaso
Que de esa leche de Asno ahora no bebiera
Que la dejara para cuando a lo alto de los árboles subieran
Donde el hilo y la seda de la araña
Ahogan al ultrajado insecto que ha caído
Que el cielo tiene mal de ojo y la araña está en la puerta.
Apiano dejó el lugar besando los morros de Absalón.
Su hija más cautiva de su amor, que lloraba y gemía, exclamó :
- Creo que Apiano marcha al Río de la Plata
Donde tú, padre mío, mandaste a mi hermano Alejo
A estudiar la cagada del lagarto con un fraile dominico
Y tú aquí me dejas a mí sola, con estas pintas.