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Article publié le 26 janvier 2010. oOo ¿Quien sube a la cabaña en búsqueda de una palabra salvadora, sino Paul Celan ? ¿Quien anuncia un invierno que viene para quedarse - invierno es desierto de la metafísica - y sin embargo continúa preguntado, sino Herr Heidegger ? ¿Quien busca aún entre las "Fresas Salvajes", un alma que perdió en el camino, sino en señor Ingmar Bergman ? ¿Quien en septima soledad, continua el cámino de los márgenes, sintiendo que el "circulo vicioso", nos obliga a repetir "lo idéntico ,olvidandonos de la infinita riquesa de la mísmidad ? :este poema tienta una respuesta:Oscar Portela a Patrick Cintas.
Antaño abril hablaba por boca del azul más profundo, y era el deseo más hondo aún que la memoria recogida en azules y en parloteos de tordos que hablan secretamente en solitarios senderos del lenguaje. Pero ahora que huye el día y las salvajes fresas pesan sobre los nombres, y las sombras de lo que no fue entregado y recibido enfrían el jardín, ahora que los recuerdos yacen inertes como sangre de potros que en un lejano invierno ponían alas al deseo de ser, ahora que soy interrogado por las sombras, y la soledad no es sólo una hermosa palabra, sino testimonio del canto secretamente presentido en otros, y en la imagen del aquél que dándose protege y consuma lo sagrado en el hombre, ahora que los años murmuran sabemos que nada fue cumplido, y que toda esperanza es una sombra que pasa, la luz de un día que huye y el más denso secreto que las salvajes fresas retienen junto a sí. Cruel es el azul y frío de este abril que presagia el nacimiento de los sueños. Agrio el sabor de los años que sostuvieron mi niñez, cuando la iniquidad subía a la cabaña donde frutos maduros aún sostienen la libertad, y el poeta suicida sube también, en busca de la estrella del sentimiento pensado que nos revele el ángel del camino. Nubes oscuras ascendían al cielo, y el invierno que dura venía para quedarse sobre mi. ¡Hijo de quien soy, de que tarea, de que vana confianza en la palabra y en la sangre de la palabra que florecía sobre un alba más rosada que los labios de Eros ? Pueden decirme el texto desbrozado, los paisajes más cálidos, los afanes y trabajos del mundo para que permanecer aún junto a las fuentes, solitario, esperando la consumación del día que huye y recordando el olor de las fresas salvajes del jardín de otros días ? Las imágenes ceden ante la luz de invierno y el azul congelado en el éter es un anuncio de la noche que viene. ¿Qué podrá sostenerme si lo no revelado en la afanosa sangre no se hace uno conmigo, si al donarnos la vida no nos crece la muerte para hacernos uno con todo ? Preguntar es la plegaria del pensamiento. Pero esperar sin preguntar, calladamente, es la osadía de ser, cuando la noche cae sobre el mundo. |
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