La noche en que Gabino Estrella murió, todo el pueblo esperaba expectante lo que sucedería cuando la policía lo trajo esposado en la parte trasera de la vieja camionetaq del Comandante Rojas. Gabino, con rostro de maldad no dijo nada ni se resistió al arresto, a pesar de su enorme corpulencia.

Se le atribuían al menos cincuenta muertes, con víctimas ultrajadas y despedazas. Gabino, según la versión de la única sobreviviente no era de este mundo, pues se convertía al atacar en una enorme araña negra con dientes de punzón. Ante las marcas dejadas en las victimas, muchos comenzaron a creer en la versión de la chica, de nombre Simona, que logró escabullirse milagrosamente de su captor. Cuando lo trajeron a la plaza del poblado, todos lo veían atemorizados, esperando su transformación.

Ya era de noche, momento más propicio para el terror, todos estaban aferrados a sus palas y azadones en caso de tener que defender sus vidas. Pero nada sucedió, y cuando en juicio sumario se le condenó a ser colgado, todos aplaudieron la decisión.

Al fin y al cabo, todos ellos, con bocas de espantosos dientes, eran los verdaderos monstruos y lo devoraron vivo.