En tierras de Segovia, le decía un carretero a un cura sacrílego que no se podía enmendar ; que igual que él se había enamoradode una niña muyguapa de Fuentepelayo ; esa que viene a confesar tres veces a la semana, y va a comulgar.
- Padre, le decía, como a usted se me va la lengua, aunque a usted le asome a través de la sotana.
- Aunque laniñatiene novia, Francisco de Aguilafuentese llama, y es un tonto de baba, no debemos meternos donde Amor manda, le respondía el cura.
- Padre es inútil luchar contra la Lujuria, usted lo sabe bien ; que, cuando llega el deseo de pecar, las manos están muy ocupadas, y no pueden aguardar hasta mañana.
- Mire, padre, cómo el tontito semete para adentro ; mire cómoasoma tieso a la ventana ; como un pájaro erecto es, que viene montado sobre una yegua muy lozana.
- Eres malo carretero, ¡ji, ji, ji¡ Eres peor que yo ; ya te vale. Si del castigo de Dios quieres escapar, debes hacer comoyo : -Cuando quieras hacerte una paja,coge una chinitay échala en costal. Antes de ir a acostarte, cuenta una a una las chinitas y verás cómo el deseo de masturbarte desaparecerá. A no ser que quieres sentirte vivo, y corre que te corre, a la volada, vengas a la iglesia y conmigo subas al campanario para hacer sonar las campanas con el badajo de ambos.