Las campanas de aquel pueblo castellano
Tocando el badajo se deshacían
Como el curita del embuste de dios
Que deja beber a su Asno
De ese rocío en lindo capullo
De un culo enano en Pascua Florida.
Ni Santiago, ni el Cid, ni Esparteros
Tienen en su glande tal caballería
Aunque de sendas pelotas cuelguen
Balcones, ventanas y celosías
Acordándose los fieles de sus putos padres
Que bajo el campanario a follar venían.
-¿Qué veo ? Una puta vidente en cueros
Con la boca diciendo : ¡Quien fuera chupóptero¡
Con la rodea limpiando la escupida
De un Adán que se está aviando
Bajo un árbol que tiene calentura
Y le duele el badajo que, ahora, suspira.
Mientras cerraba su bragueta, le decía :
- Hija de mi corazón, ¿dónde has estado metida ?